Es conveniente que el alumnado, como núcleo del proceso
educativo de los centros, intervenga en la elaboración
de las normas de convivencia, no sólo como un colectivo que pueda aportar
muchos elementos de reflexión y de mejora del reglamento, sino, sobre todo,
porque la intervención en el proceso de elaboración se convierte en un
aprendizaje que les permitirá poder actuar como ciudadanos y ciudadanas
responsables dentro y fuera del centro.
Por otra parte, nuestros alumnos pasan muchas horas en el
instituto, por lo que es lógico que tiene que ser un lugar en el que se sientan
cómodos y motivados para enfrentarse a nuevos retos, descubrir y aprender cada
día por ellos mismos. Un lugar en
el que se muevan con total libertad para poder lograr sus objetivos y,
en este sentido, la decoración juega
un papel muy importante.
El concurso Nuestro
lugar de trabajo, dirigido al alumnado de 1º y 2º de ESO nació intentando
fomentar todo lo anteriormente comentado además de actitudes de cooperación,
madurez y responsabilidad colectiva en él. El alumnado comenzó a trabajar con
los tutores en octubre las normas de la clase y las características del entorno
ideal de trabajo planteándolo como reto de decoración de aula y el miércoles 19
de diciembre a 3ª hora las clases de los diferentes grupos fueron
valoradas por una comisión integrada por dos miembros del Equipo Directivo, uno
del Departamento de Orientación y uno de Conserjería. La clases ganadoras de
cada nivel (1º D y 2º B) recibieron como premio un desayuno de chocolate con churros que disfrutaron una mañana de
enero, las clases con mención (1º B y 2º D), una salida durante 5ª y 6ª hora
del jueves 5 de marzo al centro
histórico de Marbella.