MUJERES HACENDOSAS... EN OTRAS LABORES

LAS CALCULADORAS DE ESTRELLAS

Autor: Miguel Ángel Delgado (Oviedo 1971)
Editorial: Destino (Colección Áncora & Delfín), 2.016
Sinopsis:
En 1865 aún   EE.UU. está en la Guerra Civil (1861-65).
Gabriella Howard es una niña huérfana de madre, que vive en un pequeño pueblo del Estado de Nueva York, a orillas del río Hudson, junto a su padre. Éste muere en la guerra, y la niña ingresa en un orfanato.
Miguel Ángel Delgado en esta novela histórica mezcla ciencia, emoción e historia, centrándose en aquellas mujeres astrónomas que con su trabajo invisible impulsaron avances en la Astronomía.
En el orfanato conoce a María Mitchel, una antigüa amiga de su padre, que se hace cargo de ella y se la lleva como ayudante en su empleo de profesora.
La Sra. Mitchel es una joven y reconocida Astrónoma que da clases de esta materia en el Vassar College, una Universidad, la primera en EE.UU. dedicada a la formación superior para mujeres.
La novela Las calculadoras de estrellas aborda la historia de superación de aquellas mujeres que en muchos casos no llegaron a tener en vida ningún reconocimiento por su trabajo.
Es una novela de ficción que tiene muchísimo de realidad. Un homenaje a un grupos de personas reales.
MARÍA MITCHEL (1818-1889)

Astrónoma, fue la tercera mujer en descubrir un cometa y la primera mujer en formar parte de la American Academy of Arts and Sciencies.
Profesora en la Universidad para mujeres de Vassar.
Su vida queda  narrada en la novela “Las  calculadoras de estrellas” . En este relato aparece también otra figura histórica en el mundo de la Astronomía Williamina Fleming. Y las mujeres que bajo su supervisión fueron las encargadas de catalogar las estrellas del cielo en la Universidad de Harvard. Además estuvo muy comprometida con la causa antiesclavista y con los derechos de las mujeres, como la igualdad de salario con los hombres.

WILLIAMINA FLEMING (1857-1911) “Mina”

“EL AMA DE CASA QUE SE CONVIRTIÓ EN ASTRÓNOMA

Nació en Escocia y al casarse emigró a EE.UU.
Embarazada de su primer hijo, su marido la abandonó.
Encontró trabajo como empleada del hogar en casa de Edward Charles Pickering, profesor de Astronomía en el Observatorio de la Universidad de Harvard.
El profesor Picketing la incluyó en su equipo de investigadores y la hizo responsable de supervisar a un amplio número de empleados dedicados a realizar miles de cálculos matemáticos y de revisar los documentos que generaba el Observatorio.
Ideó un sistema de clasificación de las estrellas que consistía en asignarle una letra según la cantidad de hidrógeno en su espectro.