Las europeas ganan el 16% menos que sus colegas varones
La brecha salarial se estrecha
ligeramente durante la crisis, según Eurostat
Las mujeres cobran un 16,4% menos que los hombres por hora
trabajada en la Unión Europea. Los años de crisis han estrechado ligeramente la
brecha salarial en la media comunitaria, que era del 17,3% en el año 2008. Pero
varios países escapan a esa mejora, con Portugal, España, Letonia e Italia a la
cabeza de la ampliación de las diferencias salariales entre hombres y mujeres, según los datos
divulgados ayer por Eurostat, la oficina estadística europea. Aunque legalmente no se puede retribuir de modo diferente un
mismo puesto, la existencia de categorías laborales, complementos y otras
modalidades explican la brecha. Es precisamente el recorte de esos conceptos,
más afectados durante los años de crisis, lo que explica la modesta mejora
global, según los expertos.
La disparidad salarial de género refleja con nitidez los
vaivenes sectoriales de la crisis en España. En 2008, el primer año de fuerte
desaceleración económica, la brecha salarial se redujo porque buena parte del
empleo destruido —y de salarios menguantes— se produjo en la construcción, una
actividad con gran presencia masculina. El mismo fenómeno, pero mucho más
acusado, se produjo en Irlanda, otro país que vivió una burbuja inmobiliaria.
Pero a partir de 2008, con ajustes que se centran en el sector servicios —muy
copado por las mujeres— las diferencias volvieron a crecer.
Frente a otros indicadores sociales, la brecha de género arroja
un escaso vínculo con el desarrollo económico. Eslovenia y Malta presentan un
panorama casi equitativo (ver gráfico), mientras Austria y Alemania figuran
entre los de mayor disparidad.
La igualdad
entre hombres y mujeres es un derecho fundamental de la UE y una directiva de
2006 explicita que deben recibir el mismo salario por un empleo de igual valor.
Pese a ello, la comisaria
de Justicia, Consumo e Igualdad de Género, la checa Vera Jourová, reconoció
ayer en un seminario sobre Igualdad celebrado en el Parlamento Europeo que la
brecha no desaparece. “Las mujeres, hoy, tienen una educación igual [son ya el
60% de las licenciadas], pero su presencia en el mercado laboral es menor y continúan
ganando menos que los hombres”, incidió. En ocasiones, la “poca autoestima” de
las mujeres provoca que acepten un salario menor que sus compañeros, según la
comisaria.
Porque detrás
de las leyes, las diferencias salariales se ocultan de muchas formas, sostiene
la profesora alemana Birgit Glasmacher. Desde complementos por disponibilidad o
bonus que se suelen conceder más a los hombres, hasta las diferentes
categorizaciones para empleos de igual valor que marcan un salario menor a los
trabajos más feminizados: limpiadoras frente a basureros, por ejemplo; o
cuidadoras frente a sepultureros. De hecho, en 2012, la justicia
británica obligó
al Ayuntamiento de Birmingham a resarcir a 174
empleadas --camareras, cuidadoras...-- que no habían recibido pagas extras que
sus colegas varones --barrenderos, trabajadores de mantenimiento...-- sí habían
recibido.
Las respuestas
que analizan la brecha salarial son menos evidentes en lo que respecta a la
leve mejora de la situación con la crisis. Algunos países, como Lituania, han
desarrollado normas concretas. Sin embargo, apunta la socióloga Carline Wagens,
la reducción se debe fundamentalmente a que los salarios, en general, han
descendido, especialmente los complementos. En definitiva, se ha recortado un
poco la discriminación, pero a la baja.
“A este ritmo,
la igualdad salarial no se hará realidad hasta 2084”, alerta el
europarlamentario socialista belga Marc Tarabella en un encuentro con
periodistas organizado por la Eurocámara en Bruselas y al que El País acudió
invitado. La semana que viene, el Parlamento Europeo votará un informe
sobre igualdad expuesto por Tarabella que pide a la
Comisión medidas concretas para que los salarios sean más transparentes.
A la opacidad
en los salarios se suman otros
factores que perpetúan la brecha salarial. Si se analiza el
mercado laboral de la UE, se constata que hay una división sexual de trabajo:
casi la mitad de la tasa de empleo de las mujeres se concentra en 10 de las 130
ocupaciones remuneradas que clasifica la OCDE. Y esos sectores no están entre
los mejor pagados. Los datos de Eurostat lo constatan: solo un tercio de los
puestos directivos los asumen mujeres. En labores administrativas, en cambio,
representan el 67% y en el sector servicios, el 64%.
Además, son
las mujeres quienes, en mayor medida, ocupan los empleos a tiempo parcial. El
32% de las europeas trabaja menos horas de las ordinarias, frente al 8% de los
hombres.
Y si la mujer
gana menos durante su vida laboral, también lo hace al jubilarse, alerta la
presidenta de la Comisión
de Igualdad de la Eurocámara, Iratxe García(PSOE). Hoy, las
pensiones que reciben las mujeres son un 40% inferiores a las de los hombres.
La Comisión
Europea, anunció la comisaria de Justicia, Consumo e Igualdad de Género, Vera
JourováJourová, está elaborando un estudio a fondo sobre las diferencias
salariales en los distintos países de la UE que estará listo este año y que da
cuenta del cumplimiento de los países de la directiva comunitaria. Con él
informe en la mano, apunta Jourová, Bruselas propondrá a los países un paquete
de medidas concretas para erradicar esta discriminación. Por el momento, en
2014 la Comisión Europea aportó 2,5 millones de euros para proyectos
específicos dedicados a acabar con la brecha salarial.
En países como
Finlandia, Reino Unido o Francia, se ha construido una herramienta online para
que las empresas calculen su brecha salarial y analicen por qué se paga menos a
las mujeres que a sus colegas varones. En Austria, desde 2013 las compañías de
más de 250 empleados deben elaborar informes obligatorios sobre igualdad
salarial; una medida que se amplió el año pasado también a compañías de más de
150 trabajadores. Una medida similar a la que ha
propuesto en España el líder socialista Pedro Sánchez
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